Se trata de un hecho del maternaje, que va mucho más allá del acto de dar la teta. Un proceso emocional y físico sumamente complejo donde, en cada mamá, con el devenir de la maternidad y la lactancia, se pone en juego la que ha sido su vida como hija, como mujer; el vínculo con su propio cuerpo, con la sexualidad. Me gusta decir que la lactancia es tan sencilla como su esencia natural, animal y tan difícil como su esencia humana, social.
Acompaño a la mujer, a la mamá, en esta etapa tan transformadora de su vida, en todo lo que necesite y solicite mi intervención amable y respetuosa, dando apoyo y sostén profesional para que pueda escribir, libremente, su propia historia de lactancia, única e irrepetible.
Escucho a cada mujer en su historia, en sus deseos, en sus posibilidades y brindo las herramientas técnicas, físicas y emocionales, para que pueda estar segura en su decisión y en su camino en la lactancia. Para que lo viva con alegría, sin presiones ni mandatos, sino más bien desde la elección y el deseo.